Me es curioso lo que sucede con este hombre cuando no se codea con rostros conocidos. Siempre que me cruzo con esta portada en la cual Desmond Child parece esperar recibir inspiración, me pregunto: ¿Cómo es que nunca ha obtenido éxito en solitario cuando es considerado por muchos antropólatras como el artífice de himnos en potencia? ¿No debería de haber arrasado y firmado por sí solo canciones ecuménicas? Y acto seguido, llegó a la conclusión de que los insensatos se han encargado de encumbrarle como a pocos, y que le han atribuido, injustamente, todos los méritos de las canciones que han conquistado medio planeta en las que ha participado, cómo si su mano ejecutora hubiera sido la causante de tal proeza, mientras que al resto de coautores han osado tratarles poco menos que meros ornamentos hasta la fecha presente. Este es el nivel de la objetividad en el orbe...
Ciñéndonos rigurosamente a los datos que disponemos, nos cercioramos de que el inicio musical de Desmond Child no fue nada fructífero. Su primer proyecto Desmond Child and the rougue, cuya andadura fue tan efímera como un fugaz estornudo, finalizó en la postrimería de los años 70´s tras publicar dos trabajos AOR más bien insípidos en los cuales su divinizado "don" no apareció ni por casualidad. Después de tamaño fracaso, el sino de por aquel entonces cantautor, cambió repentinamente cuando colaboró junto a Paul Stanley en la creación de la famosa canción discotequera setentera “I was made form loving you”, cuya naturalidad surgió un día que Stanley se le acercó después de que Child finalizara un show para sugerirle intentar componer una canción para KISS. En aquel preciso instante, Child pensó que dicha banda estaba destinada para los niños pero, tan pronto se despojo de los prejuicios, accedió e insinuó a Paul hacer algo con ritmo dance añadiéndole guitarras heavyrockeras, pues como confesó en una entrevista, -por aquel entonces el dance estaba de moda en discotecas especialmente homosexuales-. El resultado ya sabéis cual fue, un himno imperecedero que incluso a día de hoy ha aparecido en anuncios de TV.
Del éxito que obtuvo tal composición, Desmond, no se hizo eco hasta pasados varios meses, y en cuanto lo hizo, cambió su forma de bregar suprimiendo su agrupación para colaborar con bandas célebres del momento que atesoraban sobrado talento y éxito a sus espaldas como los propios Kiss, Aerosmith, Ratt, Cher, Bon Jovi o Alice Cooper consiguiendo de este modo - como cabía esperar codeándose con tales leyendas-, su consabido renombre. De esta forma que individuo no, ¿cierto? Fue entonces, en el acmé de su fama, cuando volvió a invertir tiempo en este su único trabajo "en solitario" que pasó tan inadvertido como flatulencias en una noche de truenos, y que para más inri, después de que el coautor que tanto ha deslumbrado a los influenciables, se valiera de la cooperación de un plantel de artistas de primera fila, para sorpresa de los soñadores que se crearon expectativas deslumbradoras, fraguó un trabajo completamente prescindible.
En lo tocante a Discipline, las canciones son en su mayoría típicas baladas veraniegas que bien podrían acompañar a estampas de atortolados dados de la mano caminando por malecones en horas vespertinas, es decir, muy parecidas al estilo de Michael Bolton. Aquí, desde luego, no os encontraréis con las esperadísimas melodías bombásticas que le han atribuido erróneamente, no. Este punto negativo se une a otro que es su voz, ya que sin ser rechazable, no alcanza tener nada especial y se queda en uno más del montón, de este modo, lógico que en solitario no llegase lejos amig@s, aunque siendo precisos, de solitario, esto, no tiene mucho, pues, un tercio de las canciones las compuso en compañía de Diane Warren -otra considerada maga de melodías potentorras que tampoco hace honor a su prestigiado talento-.
Cabe resaltar también la "aparición" ilustres músicos como Vivian Campbell o Steve Lukather cuya labor pasa completamente desapercibida pues baladas a voz y piano como Don't wanna be your friend compuesta por Diane Warren, Love on a rooftop compuesta por ellos años atrás para Ronnie Spector o la empalagosa You're the story of my life, van desprovistas de ellas. Obsesion, compuesta junto al galardonado con varios premios Grammy, Burt Bacharach, en la cual comparte micro con su ex compañera María Vidal, es un corte popero que bien podría habérsela agenciado Janet Jackson. La firmada por Don Paul Yowell A ray of hope es más de lo mismo, piano y voz sin pizca de magia. Después compuestas únicamente por el protagonista son The gift of life, a la cual le imprime algo de movimiento y emoción, la "intimista" y empalagosona Do me right y la que es unas de las canciones más laureadas "de Bonfire" The price of lovin' you, a la cual en esta versión le restó la dureza de aquella que me seduce más. En cualquier caso, gran tema.
Ahora bien, no todo lo que purgan mis oídos es insulso, pues, los dos restantes y más destacables, el tema homónimo y According to the gospel of love que también llevan la rúbrica de Richie Sambora entrañan buena y sabrosa sustancia. En ambas, que hasta hace bien poco pensé que las cantaba el propio guitarrista, aparece un poso blues que guardan cierta reminiscencia de su disco debut, aquí encuentro buenos desarrollos y estribillos atractivos, vivacidad en la marcha, apreciable dinamismo y la aparición palpable de guitarra. En definitiva, muy buenas composiciones que además, entrañan grandes y precisos azotes de Tico Torres.
Ya veis, en mi opinión nada del otro mundo. En la siguiente bomba mundial en la cual participó Child, fue ocho años después en la bailable Living la vida loca compuesta para Ricky Martin junto a Robi Draco Rosa, y a partir de ahí, nada destacable, ya que luego, colaborando en canciones para Katy Perry, Tokyo Hotel, Weezer y varios concursantes de "The voice", no obtuvo, de ningún modo, la misma repercusión que sí consiguió con las leyendas anteriormente citadas. ¡Ay! ¡Cuán importante es con quien uno se junta...!
MÚSICOS
Desmond Child – lead vocals
Joan Jett, Mark Free, Jesse Harte, Mitch Malloy, Kane Roberts, Rouge (Maria Vidal, Diana Grasselli, Myriam Valle) – backing vocals
Vivian Campbell, Butch Walker, John McCurry, Steve Lukather, Richie Sambora – guitars
Jeffrey "C.J." Vanston – keyboards, synthesizers
Tony Levin, Abraham Laboriel – bass
Vinnie Colaiuta, Tico Torres – drums
Michael Fisher – percussion
Sello - Elektra