¡Diantre!, como es la magia del tiempo pasado que la escucha
en pleno conticinio a engrandecido tal obra; tanto es así, que incluso temas
que se me atragantaban como la homónima y la que cierra; la instrumental “In
mono”, recopilante de ciertos pasajes de dicha obra a la que incorporan
filigranas, me han dejado perplejo por la grandeza de su magia embelesadora, y
es que en este segundo trabajo en el que las hechuras de los polacos melodicoprogresivos se muestran más firmes siendo las
melodías mejor definidas que en su precedente “Patterns in parallel”, el
sentimiento ambivalente de melancolía y alegría se intercalan y manifiestan
magníficamente en todo momento mediante plausible contrapunto, interesantes cambios de atmósferas y ritmos.
Llevada a cabo sobre una producción nítida en la que la instrumentación queda bien marcada, acá, el cantor
Tomsz medra hacia una mejor modulación sin llegar a la perfección, cosa que no considero negativa y no me es impedimento, ya que consigue el precepto primero que no es sino el de transmitir,
pues es mozo expresivo, al tiempo que el resto de músicos demuestran sus
dominios magníficamente; y es que el guitarrista Grzegorz Mazur, a quien puede considerársele
discípulo del coloso Piotr Grudziński(Riverside),
dibuja tales melodías celestiales que llegan a producirme una catarsis inefable,
así es que me es imposible resistirme a ciertas partes de las piezas de (“Inkblot”, “Most favourite trap”, “Inertia” o la citada de suso “In mono”), el
cual en estos momentos me tiene absorbido pues alcanzo con ella el tan beneficioso
éxtasis, cuya base rítmica compuesta por el batería Jakub Lukowski y el bajista
Dariusz Goc efectúa una sinergia perfecta, ¿o acaso aquesta magnífica
instrumental no entraña estimulantes transiciones y acertado dinamismo? ¡Si, por cierto!¡Su
final! ¡En que quedan a solas batería e baxo precediéndole la guitarra celestial
es primoroso!
Por su parte, “Inertia” demás de entrañar unos cambios de ritmo
interesantes, es de destacar el estribillo “robótico”, el puente hipnótico y el
colofón polifónico que aporta gran elegancia produciendo climax; por su parte “Most favourite
trap” se postula como la más dinámica del repertorio, maguer conserva toque
melancólico también entraña tramos animados, si bien comienza con unos acertadísimos riffs de guitarra a los
que se adhieren una línea de bajo que se superpone para corporizarlo, aún lo
hace más la entrada de Tomsz que arrulla melancólicamente: As melancholy invites
me in, frase con la cual llego a alcanzar la catarsis que es menester, mas no queda acá la
cosa, que cambia abruptamente a una atmósfera calmada y ambiental en la cual
reina el maravilloso sintetizador de Tomasz Izdebski, el cual hace parecerme estar yacido sobre una
nube, y, este, a su vez, a un cambio de ritmo dinámico en el cual el maestro Jakub
Lukowski marca el ritmo a solaz —¡qué perfecto suena ese maldito hit- hat,
diantre! —, ¡magnífico temarraco que cuanto más la escucho tanto más me cautiva!
En cuanto a “Inkblot”, comienza con guitarras semi distorsionadas a las que se adhieren la voz melancólica de Tomsz que deriva a un estribillo que radica en coros conciliadores y entraña unas guitarras solitarias celestiales que evocan a los de Riverside, cerrando con ellas de igual forma tan agradable melodía — ¡la parte final es completamente orgásmica! —. Por su parte, “The sleeper” es un mediotiempo que da comienzo a la obra presente de forma más que interesante, recitativamente e introspectivamente; sus primeros pasos son calmados y en eso vamos dando bandazos por todo él. Otra que llama la atención por su tono tristón y grave, es la cruda “Scattered” la cual cuesta digerir y cuya instrumental pellízcame el corazón y el solo celestial de Mazur háceme levitar como estando en el cielo. Esta es experiencia muy mística no apta para corazones empedernidos y sesos chamuscados, ¡claro lo tengo! En cuanto a “Maniac´s mind” es otro medio tiempo que súmeme en pura tranquilidad hasta que deriva en un estribillo desahogante, y, este, a una parte instrumental sutil y elegante dibujando, como tiénenme acostumbrados, bonitas y evocadoras armonías. Y por último, como la composición más extensa teniente de entrada pesarosa, “Colours of comunity”, una breve suite que incorpora en su desarrollo cambios de ritmo, de atmósfera e incluso de genero, que Grzegorz osa tirar por growls en unos tramos verdaderamente interesantes, de forma que la escucha es amenísima y encantadora. Otro temarraco repleto de gusto.
Así es "Colours of comunity", magnífico compendio variado de composiciones repletas de buenas armonías e buenísimos contrapuntos en el cual todos los músicos brillan por su cuenta, y es que se echa de ver que el trabajo es equitativo e nadie roba protagonismo innecesariamente. Grupo que descubrí explorando a los productores de Riverside y que me cautivaron al instante. Yo que vosotros les seguiría la pista y escucharíales con suma atención, que son buenísimos músicos e arreglistas😉💪👊.