Pues bien, el resultado no fue sino rock
progresivo psicodélico ya escuchado con anterioridad en Pink Floyd y en el
"reciente" y postrero opus de Kadavar, cuyas composiciones fluyen
mediante cambios de ritmo y tonalidades de engranaje ecuánime y atmósferas
ciertamente astrales que bien invitan a la elevación más honda. Escúchese la
conmovedora "The matador" que si bien con su principio tímido, astral
y sosegado me cautiva, más lo hace cuando luego que Lupus deja de arrullar los
sintetizadores celestiales que se expanden imperan, —¡esta cosa es tan
plausible y turbadora! —, y a su vez, el interludio que lleva por nombre
"Raspletin” en cuyo segundo movimiento el bajo marca andar firme a son de
guitarras distorsionadas que delirios propician y a mi, por cierto, me aturden
y me la atiesan.
La psicodelia progresiva se impone en el
que fuera primer sencillo y sirve de apertura, "From deep within” que es
la más ambiciosa, que entraña varios movimientos cada cual mejor, si bien he de
confesar que el segundo creado a base de riffs cortantes y rítmicos paréceme
cosa muy gozosa. Y en la maravillosa "Blood moon night" que si bien
comienza sosegada, en el segundo movimiento la ligereza creada con guitarrazos
que muy bien personifican tempestades se anteponen —¡esta última parte paréceme
sección brutal!—.
¿Balada? ¡Hayla! Esa es la onírica
"Cherry trees" en la cual Nick arrulla a son de riffs de piano
constante que bien suena apaciguante e hipnótica. Acústicas también hacen acto
de presencia homenajeando a Pink Floyd en “In the way”, comenzando con ellas y
desembocando en punteos con buena dinámica. Y por último, este otro interludio
de nombre “Rebirth of the twins” que si bien no me es tan gozosa como
“Raspletin” la escucho con cierto agrado, en esta Tiger se despacha a gusto con
los sintetizadores creando nuevamente ambiente. Y ya queda todo dicho.
Obra que no ofrece cosa nueva mas está
bien hecha, bastante cosa buena es viendo como está la actual cosecha. A tenor
de lo dicho por Tiger, crearan nueva obra, que con ganas de crear más quedaron
y han de consumar tal pasión. Yo a mi vez, heme acá con gran expectación, que
soy en gozar el primero cuando el trabajo está hecho con esmero.
MÚSICOS
Simón Bouteloup - bajo.
miguel risberg - teclados.
Nick Di Salvo - voz, guitarra.
Lupus Lindemann - voz, guitarra.
Tigre Bartelt - sintetizadores,
masterización, producción.
Jorge Edert - batería
Sello - Robotor Records