Luego de eso, volvieron a la carga con este LP que sigue la estela de aquel, cuya riqueza reside en sus rasgos ocultos, litúrgicos, oscuros e ciertamente opiáceos, que desarróllanse en derechura sin prisa, pero sin pausa, cautivando con su combinación de atmósferas e ritmos que lleva a efecto la gran cantatriz Farina, que como siempre, estiliza las melodías con su maravillosa voz de hechicera que sume en estado crepuscular. Por su parte, el dúo guitarrístico formado por los ex The Devil´s Blood Oeds Beydals e Ron Van Herpen obran con tanto gusto trazando sombrías y eminentes filigranas que servidor se siente asentado en Cernégula.
Para ello, es menester tener cierta predisposición, pues es en suma una experiencia mental que sume en estado hipnótico. En este instante me asalta a la mente el cambio de ritmo raudo de la dilatada Through the hollow e su correspondiente final que consta de punteos de trazo oscuro que me son embriagadores —a partir del 8:38 ¡estilazo señor mío!—. Otra de las destacadas, es, a todas luces, la sugerente e ciertamente progresiva Formless hands que roza los once minutazos; inicio sugerente, desarrollo envolvente, parte instrumental consistente en filigranas a partir de 5:55 a 8:26 —¡cuánto con tan poco!— e para finalizar, fantásticos coros invocadores. Tema perfecto e completorro.
Death is es un mediotiempo lisérgico e hipnótico escrito por S. Lemouchi que se desarrolla bien ensanchándose, finalizando con los ricos punteos brujiles iniciales y con fantásticos e agazapados coros. The devil lives(oficial video); otra que llega a los diez minutazos, mas poco importa pues tiene la virtud de reducirse a medio minuto por ser muy placentera. Un día Farina encontróse con un archivo que duraba tres horas en que aparecía improvisando junto a su hermano en una partitura que nunca tuvo viabilidad de ser terminada aun ese preciso momento en que Farina visualizó las hechuras y la finalizó de la mejor forma junto a sus compañeros. Tal «homenaje» es baxo mi capote, genial, e a buen seguro su genio hermano estaría orgulloso del resultado que trae consigo inicio mágico, ligeros acordes bamboleantes, interpretación vocal emotiva y exquisita, sobresaliente e subyugante solo de guitarra tocado con duende, parón lisérgico mágico y crepuscular —5:49 - 8:00 ¡momentazo!—, e más guitarras mágicas que concluyen de forma espectacular todo el periplo. Perlón de tomo y lomo.
E como principal contrapunto, Corpse of mind, una joyaza que se presenta como melodía de feria, de esas que aterran más que mil alaridos en pleno conticinio, de punteos bien oscuros e una Farina fantasmal que proyecta su voz casi rozando el arrullo sobre un acorde sencillo(que no insustancial, ojito) repitiéndose constantemente. Primoroso lingote de oro cuya muy lograda atmósfera hechiza mi espíritu e al paso lo relaja. E no sigo desentrañando más contenido que sería hablar de los mesmos elementos que infestan con gloria este viaje que retoma de alguna forma lo que supuestamente podría haber llegado a crear The Devil´s Blood pasados todos estos años.
Es en suma experiencia maravillosa repleta de clase y elegancia que pegajosa es como buena melaza, e como ese es el fin de la música e a servidor tal obra le llega muy hondo, endósole un 8´5 rozando muy levemente el 9.
Vocalista – Farida Lemouchi
Bajo – Job Van De Zande
Batería – Bob Hogenelst
Guitarras – Oeds Beydals, Ron Van Herpen
Teclados – Matthijs Stronks
Mezcla, masterización – Pieter Kloos
Artwork – Max Rovers