Es la segunda vez que retomo la escucha del debut de los progresivos Symphony X, y he de decir que el resultado ha sido el mesmo que el de la primera experiencia que no fue sino el de la monotonía aséptica que no me convenció en absoluto y ha venido a repetirse en esta segunda vuelta en la cual la inexpresividad ha vuelto a presentarse de cabo a rabo. Y es que intentar conectarse a él me es harto difícil, ¡qué digo! ¡Imposible!, pues la voz del conector de Rod Tyler que luego de este no alargó su curriculum, es tan enclenque al tiempo que desencantada, que lo único que logra es la distracción de mi menda. Al igual que la ristra de las melodías, las cuales son tan parejas entre todas que demás de no ser quedadizas no son diferenciables, cosa que describe y delata la pobre inspiración de las mesmas. En lo conteniente a la parte instrumental, los músicos se mueven con cierta desenvoltura destacando entre todos los cinco, el virtuoso guitarrista neoclásico Michael Romeo que muestrase al servicio del debut de los americanos tañendo escalas que si bien veloces y dinámicos, no terminan de penetrar con fuerza.
Es, pues, por todos aquestos defectos para mi menda, escucha decepcionante, que no logra despertar sino sentimientos negativos como el imperdonable aburrimiento que deriva en la mayor indiferencia.
NOTA: 1.