BRÁCULA: CONDEMOR II(1997)

¡Gustóme más que la vez primera! Diez años ha que la viera, dejándome buen gusto el que fuera chusca, casposa y aún absurda en sus traço por provocarme la risa,  que no era sino producción de a blanca, los atreços de cartón piedra que al habla de los personajes resonaban de ser los escenarios huecos todos y el elenco actoral de muy dudoso valor, salvo el actor teatral Fernando Rebanal(Muriel), al tiempo de la dirección de actores que parsecían pinos todos de no ser muy expresivos. 

Ua, e Na, e ya, e pa, ¡e pum! ¡Jaaarl! ¿Pupi? ¿¡tsoy aquí!?

Basta con echar de ver su baja condición con escuchar la inicial melodía monocorde de órgano Casio tañido por el propio director Álvaro Sáenz de Heredia, que a su vez hace las veces de guionista, que de tan mal ejecutado y compuesto delátase como bisoño. Y es que lo ejecutado da señas del buñuelico encantador que se nos viene encima, que no es sino historia sencillorra cuyo desarrollo es compuesto a tontas y a locas; dando rienda suelta a los chistes y jerga características del malagueño Chiquito de La Calzada, aprovechando el culmen de su éxito luego de protagonizar su antecesora "Aquí llega Condemor, el pecador de la pradera"(1996).

Vengo del planeta serxual, ¡Jauben!

En la tal simple historia vese a Chiquito con bolsa de pepitas de oro yendo con su compañero Lucas a Francia, empero el bergantín en que van naufraga y encaramados de un escombro llegan a la orilla a pie de castillo en que son rescibidos por un séquito de vampiros que lo confunden con el real Conde Drácula, que es esperado por casarse con Lucía por convertirla en vampira. 

Brácula es instado a casarse con Lucía.

En el bergantín, es finado un hombre cuyo cuello es marcado por una mordida, apareciendo un sospechoso espectro deambulando por el tal, y al rato, por el castillo. En eso, la escena en la que se disponen a desatascar del ventanillo a Lucas es de reírse a mandíbula batiente: E uan, a petenhare, a guandenaguer... ¡AL ATAQUEEERRRR!

No sin reparos cómese el sapazo.

Por su parte en la estancia están no sin miedo, deseosos de huir de tan tétrica morada, empero un león guarda el castillo Wallpurgis y vuelven a quedarse dentro. En eso dan con un supuesto siervo de los vampiros del tal, empero descúbrese como el amador de Lucía con que traça embelecos con qué poder hacerse con ella y desaparecer, no sin antes sospechar los señores de la casa de la autenticidad del Conde Drácula probándole en su técnica de volar, con que lo emplazan a una cena en la qual a su vez ha de ser casado con Lucía; conque executa ambas cosas terciándose en la prueba el verdadero Conde Drácula poniéndolo todo patas arriba.

Conde Drácula en forma espectral, acechando a los habitantes.

Luego de eso huyen siendo todos libres, fasta libres del acecho del Conde, que es fundido en fuego por serle lançado pestilente calcetín de Lucas. Cabe resaltar los números musicales que dan cierta alegría a la causa ni la escena memorable de la cena comiendo sapos disimulando cantando.

Yo, a mi vez, disfrútela mucho luego de 10 años, que las hechuras no fueron desaquilatadas con el paso del tiempo y quedéme con más detalles, que siempre huyen algunas, manque sea la película sencilla. Con esto yo la puntúo con un 6, que siéndome gustosa no termina de flecharme todo.

Puntación: 6.